Quesos
Queso Mahón-Menorca
Queso con denominación de origen,
con forma de paralelepípedo de aristas y cantos redondeados, y de corteza lisa
y compacta de color marrón amarillento. La pasta es prensada y los ojos tienen
el tamaño de un grano de arroz. Se elabora en la isla de Menorca con leche de
vaca, cuajada a baja temperatura, se sala por inmersión y se madura siguiendo
las costumbres de la isla.
Fotografía: Sa Cisterna
El Queso es un producto cotidiano de la vida popular española.
Es
una reminiscencia esencial de la vida en las zonas rurales del país,
con la experiencia artesanal ganada a lo largo de siglos. Un producto
básico de la alimentación diaria, los quesos españoles son un saludable
plato por si mismos, y un magnífico acompañante de diversos platos.
COMO CONSERVARLO
El
queso recién comprado o sobrante se recomienda conservarlo en lugar
fresco y seco, por ejemplo, en el frigorífico. Se recomienda no
congelar. Para conservarlo lo mejor es envolverlo en plástico, pero no
demasiado apretado. El papel resecaría demasiado el queso, y el
plástico demasiado apretado lo recalienta, provocando incluso la
aparición temprana de moho. El método más recomendado para conservar el
queso es el taperware, donde no solo se conserva sin tocar
demasiado el plástico sino que además se mantiene aislado de otras
comidas y por tanto de posibles contaminaciones en el sabor. Si el
queso desarrolla algo de moho, límpielo con cuidado antes de servir. El
resto del queso sigue siendo perfectamente comestible. Dependiendo del
tipo de queso, el tiempo de conservación varía, menor para los quesos
menos curados. Bien conservado, en cualquier caso, todos los quesos
pueden durar meses en el frigorífico. Antes de servir, se recomienda
dejar que el queso vuelva a la temperatura ambiente 
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